Todos tenemos historia con la ropa, momentos en los cuales nos hicieron sentir poderosas y las mujeres más lindas del universo y otras que queremos sacar de nuestra mente porque todavía no superamos la vergüenza y el trauma.
Todos estos momentos buenos y malos son los que marcan las pautas y nos ayudan a definir cuál es nuestro estilo.
Desde que tengo uso de razón, mi relación con la moda ha sido complicada, con momentos de mucho amor y otros de un odio rotundo.
Uno de mis primeros recuerdos en relación con la ropa, es ir todas las temporadas a la casa de mi prima y ayudarla a ordenar su clóset, donde recogía tesoros invaluables de ropa que ella ya no quería o desechaba porque no le quedaban bien. (si creo que es aquí donde comienza mi afición por el styling personal xD) Prendas que por supuesto usaba hasta morir.
Sin embargo todo cambió en mi adolescencia. El bullying que recibí por parte de mis compañeros, la pubertad, los frenillos y los anteojos hicieron estragos con mi autoestima. Si a esto le sumamos que mi madre y mi abuela era muy fijadas en la facha y siempre estaban pendientes de cómo te veías, todo creó una formula para el desastre, convirtiéndome en una rebelde antimoda.
No estaba ni ahí con sentirme bonita, quería vestir cómoda (como mis primos y hermanos), optando por siluetas ancha que escondían mi cuerpo. También pasé por una etapa metalera y gótica donde el negro reinó en mi closet al igual que las poleras de bandas musicales, anime o personajes de comics. Lo que nunca imaginé, en esta época, era que esta rebeldía contra la ropa y el “verse femenina” fue mi primer acercamiento a definir mi estilo.
De hecho, todos estos elementos de alguna forma están presentes en mi estilo actual. Hoy los elementos rockeros, goticos y punks se mezclan con siluetas fememinas clásicas y mas sofisticadas que definen mi estilo.
Finalmente la televisión y el cine me devolvieron mi gusto por la moda, ya de adulta. Series como Gossip Girl, Sex and the city y Project Runway me enseñaron que el estilo va más allá de la ropa y que es una forma de expresarme. Conocí el trabajo de Stylist como Eric Daman, Patricia Field, Rachel Zoe, entre otros, que me hicieron amar la moda y querer dedicarme a esta industria.
Finalmente con todo lo que aprendí de estilismo, logré visualizar mi estilo uno que defino hoy como sophisticated punk. Donde mezclo mi historia con la ropa, con mi feminidad y mi amor por la moda.
Ahora te toca a tí. Cuéntame en los comentarios cómo ha sido tu relación con la ropa, en qué momentos te ha hecho brillar y en qué momentos ha frustrado tus sueños.